Plan colección temática “Cervantes y El Quijote: Transcendencia y Universalidad.
Una
aproximación a través de la imagen y la palabra
Cuatro
años atrás, en Ecuador, ante la primera exposición de mi colección
Cervantes
y El Quijote: Trascendencia y Universalidad. Una aproximación a
través de la imagen y la palabra,
una persona me preguntó
cuáles
creía yo que eran mis fortalezas y mis debilidades en cuanto a mi
colección. Recuerdo que me sorprendió mucho la pregunta por
inesperada y por unos segundos me quedé en suspenso tratando de
pensar una respuesta cónsona con la pregunta y con quien la hacía.
Luego
la respondí lo mejor que pude. Como fortaleza mencioné el orgullo
que me producía lo que había logrado en tan poco tiempo y como
debilidad, el que me habría gustado tener más piezas importantes y
variadas.
Si
hoy me hicieran esa misma pregunta, estaría en
mejor
posición de contestarla.
Los
4 años que han transcurrido desde la EXPOAFE 150 años de Quito,
Ecuador, me han servido no solo para mejorar mi colección, sino
también para aprender y adquirir mayor confianza como filatelista.
En el 2015 yo era una neófita. Había montado una colección de 5
marcos
en
apenas 2 años aprendiendo sobre la marcha lo que significaba la
filatelia temática. En el 2018, con nuevas piezas y un nuevo
montaje, los mismos 5 marcos me permitieron avanzar a un Vermeil
Grande en la EXPO continental de Chile y a un Oro en la EXFILNA de
Sevilla. Hoy, aunque consciente del largo camino que todavía me
espera para los 8 marcos, ya no soy tan novata. Puedo explicar con
mayor seguridad mis fortalezas y debilidades, pero también
justificar mejor mis elecciones, no siempre del agrado de un jurado
con sus propios gustos e ideas, además del conocimiento de las
reglas. A los que hoy son "pichones" filatelistas les puedo
asegurar que la afición vale la pena, que en el trayecto sumamos
conocimientos y experiencias, y que aunque nos parezca que no,
aprendemos y maduramos.
Una
fortaleza importante es la facilidad para elaborar un plan que sea
lógico, coherente y equilibrado, así como saber redactar y
sintetizar textos temáticos. Me da un cierto alivio tener esa
seguridad,
sobre
todo, cuando veo a tanta gente que no se atreve a montar una
colección temática, no por falta de piezas, sino por lo difícil
que les parece redactar un plan. Claro que esto no es espontáneo; a
decir verdad, se lo debo a mi profesión,
a
mi experiencia enseñando la lengua, a la afición por la lectura y
al hecho de que antes de que apareciese la tecnología, no nos
quedaba más remedio que recurrir al género epistolar para
comunicarnos con nuestros seres queridos, especialmente si estábamos
lejos de ellos.
Como
profesora de español a nivel universitario no solo he tenido que
elaborar trabajos académicos, sino que también los he dirigido y
puedo asegurarles que la filatelia temática se parece mucho a un
trabajo de esta índole. Por lo tanto debemos perderle el miedo al
plan pues en algún momento de nuestras vidas hemos tenido que
redactar una monografía, un trabajo de graduación, una tesis de
maestría o una de doctorado. Y todos ellos exigen un plan
científico, lógico, completo y equilibrado, como nos lo recuerda el
entrañable Maestro, Paco Gilabert (q.e.p.d.)
Hay
que elaborar ese plan que nos permita iniciar el camino... aunque
nada impide que lo perfeccionemos sobre la marcha.
Tenemos
que leer, investigar, dominar el tema y plantearnos desde qué
perspectiva lo vamos a desarrollar, así como cuál modalidad
discursiva nos viene mejor. Por supuesto, también es preferible
saber de antemano si contaremos con suficiente material para la
temática elegida. Nada más desalentador que luego de tener nuestro
plan bien estructurado nos percatemos de que el material es
insuficiente.
Artículo ©Marcela Díaz Cabal
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